lunes, 9 de julio de 2012

Capítulo 9 : Una noche para olvidar.

(María) Harry me acompañó a la puerta de casa, estaba tan nerviosa que cada vez que hablaba parecía una idiota sin poder hacer otra cosa nada más que mirarle.
Llamamos al timbre y contestó una voz lejana, era mi madre.
Harry: María, ¿se creerá tu madre lo que dijo Miriam?
Estaba embobada mirándolo, era tan guapo...
Harry: ¿Estás bien María?
María: ¡Claro!
Harry: Entonces contéstame a la preguta. Dijo sonriendo.
María: ¿Qué pregunta?
Harry: Nada, dejálo. Tu madre ya sale.
Mi madre en pijama salió a la puerta y por su cara pude ver que no estaba de muy buen humor...
María: Mamá siento llegar tan tarde, este es Harry...
-Encantada, soy Marina, dijo mi madre enojada.
Harry: Hola, soy amigo de su hija. Siento traérla tan tarde, hubo un problema con...
... con el autobús mamá. Dije evitando que Harry le contara lo del concurso. Se me había olvidado decirle que no sabía nada de ello.
Harry me miró con curiosidad, tendría que contarle más tarde lo que pasaba...que verguenza pasaría.
Marina: ¿Qué le pasó al autobús?
Harry: No vino, habrán cambiado los horarios.
María: Suerte que encontramos a Harry, mamá.
Marina: ¿Y cómo habéis llegado entonces?
Harry: Llamé a un amigo y nos trajo.
Marina: ¿Y dónde está? Me gustaría verlo.
María: Mamá, ha tenido que llevar a Miriam a casa.
- ¿Y de dónde eres? No tienes pintas, ni acento de ser Español... dijo mi madre que no se daba por vencida tan fácilmente.
Harry: Soy Inglés, señora. Mi padre tiene familia viviendo aquí y estamos de vacaciones.
Marina: ¿Y de qué conoces a mi hija?
Harry: Siempre nos venimos a pasar el verano con ellos, así que la conozco porque he salido con su grupo de amigos.
En ese momento mi padre llamó a mi madre y ésta despidiéndose dijo:
-María, está resfrescando ahí fuera así que no tardes en entrar... Harry gracias por traer a mi hija.
Cuándo por fin se fue, me abrazé a Harry de la emoción.
Harry: Espera, ¿tu madre no sabe nada?
-No, dije con la cabeza agachada.
Harry: ¿Sabes que nos vamos a Los Ángeles dentro de tres días, verdad?
María: ¿QUÉ? No sé como se lo voy a decir...
Harry: ¿Qué ha dicho Miriam de todo esto?
María: Que le diga a mi madre como me siento, Miriam siempre tiene la solución para todo.
Harry: Si te pido una cosa... ¿prometes no decirselo a nadie?
María: Por supuesto, puedes confíar en mí para todo.
Harry: Lo sé, eres genial.
En ese momento me sentí tan especial, ¡Harry Styles diciendo que era genial! Todo era como un sueño hecho realidad...
Harry: Verás me da un poco de verguenza  pedirte esto...
En mi mente se amontonaban tantas ideas, ¿me pediría un beso?, ¿una cita?. Estaba tan nerviosa...
Harry: ¿Me ayudarás a acercarme a ella?
En ese momento todo pensamiento desapareció de mi mente...
María: ¿Acercarte a quién?
- ¡A Miriam! dijo Harry ilusionado.
María: ¿Te gusta? No pude evitar decirlo con la voz entrecortada.
Harry: Creo que sí, ya sé que es un poco raro porque la conozco de apenas un día... pero hay algo que desde que la ví, no hago otra cosa que pensar en ella.
Antes de poder contestar algo sonó el pito de un coche, cosa que bastante agradecí ya que estaba tan mal que no podía contestar.
Niall: ¡Harry, vamos!
Harry: Ya voy... ¿Me ayudarás entonces?
Asentí lentamente con la cabeza, no me salían las palabras.
Harry: ¡Muchas gracias guapa! Sabía que podía confíar en tí.
Y dándome un fuerte abrazo, se marchó.
Subí a mi habitación completamente destrozada. No podía creer que el chico de mis sueños estubiera colado por mi mejor amiga...
Mañana tendría que contarle a mi madre todo y lo haría sin ayuda de Miriam. Ya sé que ella no tenía la culpa de nada, pero si la veía me pondría mal y no quería.
Así que me acosté en mi cama, tomando una fotofrafía de Harry que tenía en el escritorio y lloré tanto que me quedé profundamente dormida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario